En agosto de 1978, hace 39 años, el cineasta francés Claude Lelouch adaptó una cámara giroscópica en el frente de una Ferrari 275 GTB, e invitó a un amigo, piloto profesional de Fórmula 1 a realizar un trayecto en el corazón de París a la mayor velocidad posible antes de aclarar el día.
La película debería durar 10 minutos y el trazado que iría desde Porte Dauphine a través del Louvre hasta la basílica de SacreCoeur.
Lelouch no consiguió el permiso para cerrar ninguna calle en el peligroso trayecto.
El piloto completó el circuito en menos de 9 minutos, llegando hasta 260 km por hora en ciertos momentos.
La película lo muestra pasando luces rojas, esquivando peatones, espantando palomas y circulando por calles de sentido único al amanecer.
Cuando se presentó el film al público por primera vez, Claude Lelouch fue detenido.
Pero nunca reveló el nombre del conductor de fórmula 1 ese día que se especula pudo haber sido René Arnoux o Jean-Pierre Jarier.
La cinta fue prohibida y sería sólo proyectada en cines Underground.
Si aún no has visto el clásico, sostén la respiración y míralo aquí abajo.
Disfruta de la emoción de pasear por París a bordo de una Ferrari 275 GTB, vale la pena.
La película debería durar 10 minutos y el trazado que iría desde Porte Dauphine a través del Louvre hasta la basílica de SacreCoeur.
Lelouch no consiguió el permiso para cerrar ninguna calle en el peligroso trayecto.
El piloto completó el circuito en menos de 9 minutos, llegando hasta 260 km por hora en ciertos momentos.
La película lo muestra pasando luces rojas, esquivando peatones, espantando palomas y circulando por calles de sentido único al amanecer.
Cuando se presentó el film al público por primera vez, Claude Lelouch fue detenido.
Pero nunca reveló el nombre del conductor de fórmula 1 ese día que se especula pudo haber sido René Arnoux o Jean-Pierre Jarier.
La cinta fue prohibida y sería sólo proyectada en cines Underground.
Si aún no has visto el clásico, sostén la respiración y míralo aquí abajo.
Disfruta de la emoción de pasear por París a bordo de una Ferrari 275 GTB, vale la pena.
madre mía pero si no ha pasado un semáforo en verde.
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